Publicado por Pablo Cirigliano en 23:36 6 comentarios
Reflexiones sobre Irimi y Tenkanlunes 13 de julio de 2009No es fácil comprender bien el por qué de una de las técnicas básicas del Aikido, el concepto de Irimi-Tenkan. Al igual que los principios fundamentales que rigen este arte, la comprensión puede hacerse a distintos niveles, según nuestro propio camino en la Vía. Vamos no obstante a intentar aquí ver un poco más claramente y aportar elementos de respuesta sobre Irimi-Tenkan
El concepto de Irimi
Es una palabra que consta del verbo “hairu” que significa entrar y del nombre “mi” que significa cuerpo o carne. El término es entonces, y no puede ser más claro, literalmente eso: “entrar en el cuerpo”. La imagen más evidente debe buscarse por el lado del Sumo. Se manifiesta por el sumotori de entrar con todo su peso, de frente, sobre el adversario, sin plantearse la cuestión sobre si la cantidad de agresividad debe ser total en ese momento. Es pues un ataque en el sentido más puro.
Se experimenta correctamente Irimi avanzando hacia el otro, en línea recta, sin pretender esquivar cualquier cosa. Juzgado a menudo como agresivo, este concepto no lo es en la medida en que se envía un atemi en el movimiento. Practicándolo, y avanzando más en su investigación, se da cuenta que realizar Irimi requiere integrar otros conceptos, como la distancia y el tiempo que conduce al encuentro “ma-ai” y “de-ai” a fin de entrar en el momento justo, es decir, en el momento que el adversario comienza a desarrollar su ataque. De golpe, Irimi se transforma en un movimiento que entra para anular el ataque y hacer abortar desde el comienzo la intención del adversario. Esta no es entonces una técnica de ataque agresivo, sino una técnica positiva (en todos los sentidos del término) que trae la paz sin violencia.
En Irimi el concepto de línea recta es fundamental. Los principiantes son reacios a respetar esta línea recta, ya que es paradójica con su propia seguridad. En efecto, el hecho de avanzar recto es el mejor recurso de tomar el ataque de Uke. Pero es necesario pasar por allí por varias razones. En primer lugar para respetar la consigna. Y en segundo lugar para descubrir potencialmente el peligro que nos acecha, ser golpeados. Se desarrolla entonces una clase de sentimiento fatalista (me pueden golpear, pero debo ir derecho, abandonarme) que lleva a un sentido de sacrificio. Ese sentido es importante para aprender a olvidarse, dejar de lado los miedos, no pensar en uno mismo y despejar mentalmente sus temores. Entonces, es posible progresar hacia una fase donde Irimi es más libre, más espontáneo y sin pensamientos parásitos. De golpe, Irimi se abre a todos los conceptos que permiten transformar esta técnica de una fase combativa a una que aporta la paz. Irimi y la línea recta son entonces fundamentales para evolucionar en su práctica marcial.
El concepto de Irimi implica aún otro concepto, el de la perturbación por la acción. Si se entra Irimi-atemi, queda claro que se lo perturba al otro poniéndolo brutalmente fuera de combate. Si se entra Irimi con la buena sincronización, se aporta la paz, perturbando a Uke pero sin hacerle daño, lo que es mejor para él y más complejo de realizar por Nague. En los dos casos, se puede claramente decir que el movimiento de Irimi es yang, en el sentido que se proyecta la energía hacia el otro.
Traspasemos ahora Irimi en la vida diaria. Ud. ve a dos niños golpear a un animal con un palo. Esta situación es cruel e interviene físicamente para sacarle el palo de las manos de los niños, interponiéndose para proteger al animal (aún a riesgo de ser golpeado), y habla con los niños. Es una manera de hacer Irimi-atemi. Pero si Ud. se anticipa a los niños, los intercepta calmada pero firmemente antes de que comentan el daño y razona con ellos, está haciendo Irimi, que trae la paz cancelando el movimiento antes de la llegada de la violencia.
La noción de Tenkan¿Cómo entender entonces Tenkan? El primer caracter de la palabra lleva al concepto de volver, mientras que el segundo indica el hecho de invertir, de sustituir. Tenkan, según los contextos y fuera del Aïkido, se traduce en conversión, cambio, invertir para pasar de una situación a otra, o también eludir/esquivar. Se examina anular lo que molesta y sustituirlo por cualquier otra cosa. Se utiliza también la expresión “cambiarse las ideas” (kibun-tenkan) o “cambiar de conversación”, etc. Tenkan también se utiliza en expresiones como “momento bisagra”, “el punto donde las cosas oscilan”, “una situación que se invierte”. Todo eso nos ilustra sobre la idea que lleva la palabra sobre esta técnica.
Tenkan se muestra generalmente como un esquive. Los principiantes interpretan físicamente esta técnica como una fuga y se los ve salir demasiado sobre el lado, poniéndose al mismo tiempo en peligro a causa de un mal manejo de la distancia. Una distancia demasiado grande permite a Uke contraatacar a Nague, entonces una distancia más corta hace más difícil (pero no imposible) un ataque eficaz. Tenkan es un esquive. Eso significa que es una elección consciente y trabajada y no una entrega inconsciente al otro para la fuga. Eso ya hace toda la diferencia. Asimismo, un Tenkan realizado demasiado rápido no permite esquivar el ataque, pues basta para el atacante reorientar su acción hacia la nueva posición del nague. Tenkan es entonces un trabajo que lleva nuevamente sobre “ma-ai y de-ai”. La explicación clásica, que consiste en decir que Tenkan se realiza cuando se llega tarde con relación al ataque de Uke es verdad en la medida que se es desbordado efectivamente por el otro, o donde no se dirige la situación. Esa es la peor condición para hacer Tenkan, ya que sólo retrasa los problemas un segundo. En cambio, un Tenkan donde se controlan todos los conceptos citados anteriormente, equivale a desplazarse tranquilamente, con exactitud y lucidez. Eso se traduce para el atacante como la sensación de pasar a través de la imagen del otro, sin tocarlo.
En Tenkan, el concepto de control del cuerpo es aún más importante que en Irimi. En Irimi se entra recto, eso no requiere de muchas neuronas y de impulsos nerviosos para llegar. Tenkan, se esquiva no sólo con un desplazamiento de pies, sino también y sobre todo de caderas, de tronco, de hombros, teniendo al mismo tiempo cuidado con la cabeza. Además, es necesario poder realizar este movimiento sin alejarse de Uke si no, no se realiza la unión (Ai) con él para realizar una técnica armoniosa.
Combativamente hablado, el movimiento de Tenkan juega sobre un efecto de espiral hacia el interior, un desplazamiento sobre sí mismo. Se puede entonces claramente hablar de movimiento yin, ya que el sentido hacia donde trae la energía es hacia uno.
Si Irimi perturba a Uke, Tenkan no lo hace por dejar pasar el movimiento. Eso no significa que Tenkan sea el único capaz de aportar armonía. Es una armonía yin, mientras que Irimi propone una armonía yang.
En la vida diaria, se puede trasladar a Tenkan según estos dos ejemplos. En una fila para sacar un boleto de tren, una persona le empuja para avanzar más rápidamente, entonces Ud., en el momento en que se produce uno de estos empujones, realiza un giro para evitar un atropello demasiado fuerte. Hizo a un Tenkan pasivo, que es repentino. En cambio, ve a una persona apurada para tomar su tren y Ud. se anticipa a su necesidad de ir rápidamente, corriéndose para dejarlo pasar. Él se anticipó con reconocimiento y Usted no sufrió la situación. Esto es el Tenkan controlado.
Irimi y Tenkan
Se puede decir entonces que en cierto nivel de maestría que controla los movimientos Irimi y Tenkan, la explicación lineal que estipula que si se anticipa al otro se puede colocar un Irimi o si se demora es necesario hacer a Tenkan, no tiene sentido.
El principio fundador del Aïkido se expresa en su nombre (Ai Ki Do). Falta encontrar el medio de unir y en consecuencia de armonizar. Si se piensa que la armonía viene del equilibrio entre el Yin y el Yang, entonces muy naturalmente el concepto de Irimi-Tenkan toma todo su sentido. Desde este punto de vista se comprende mejor por qué Irimi-Tenkan se asume como uno de los pilares del Aïkido. Irimi representa la base histórica del combate, que se puede resumir por “meterse en la boca del lobo ”. Es la base incluso de las artes marciales. Estas artes evolucionaron en vías del desarrollo interior, uno de cuyos símbolos es Tenkan, que se puede resumir por “después Usted, le ruego”.
Técnicamente, Irimi-Tenkan se traduce en una proyección (Yang) hacia Uke, luego un desplazamiento de esquive (Yin) que implica o absorbe a Uke. A menudo la técnica no se interrumpe ahí (podría, como podría detenerse sin importar cual sería su estado), pero vuelve a salir hacia un movimiento yang que proyecta a Uke o que lo desestabiliza, para volver a salir sobre un movimiento yin que lo controla con una llave o un control contra si mismo.
Irimi-Tenkan representa pues el principio y el final de la técnica, pero cada uno de ellos puede también ser el principio o el final. No hay un papel claramente definido, ya que es el movimiento de uno y del otro que le aportan vida a la técnica. Se puede pasar así del Yin al Yang y el Yang al Yin dentro de Irimi y dentro de Tenkan. Es dentro del trabajo de ellas que se puede entonces percibir el equilibrio con el adversario, tanto la armonización con el exterior (hacia el otro) y con el interior (en si mismo).
Reflexiones sobre Irimi y Tenkanlunes 13 de julio de 2009No es fácil comprender bien el por qué de una de las técnicas básicas del Aikido, el concepto de Irimi-Tenkan. Al igual que los principios fundamentales que rigen este arte, la comprensión puede hacerse a distintos niveles, según nuestro propio camino en la Vía. Vamos no obstante a intentar aquí ver un poco más claramente y aportar elementos de respuesta sobre Irimi-Tenkan
El concepto de Irimi
Es una palabra que consta del verbo “hairu” que significa entrar y del nombre “mi” que significa cuerpo o carne. El término es entonces, y no puede ser más claro, literalmente eso: “entrar en el cuerpo”. La imagen más evidente debe buscarse por el lado del Sumo. Se manifiesta por el sumotori de entrar con todo su peso, de frente, sobre el adversario, sin plantearse la cuestión sobre si la cantidad de agresividad debe ser total en ese momento. Es pues un ataque en el sentido más puro.
Se experimenta correctamente Irimi avanzando hacia el otro, en línea recta, sin pretender esquivar cualquier cosa. Juzgado a menudo como agresivo, este concepto no lo es en la medida en que se envía un atemi en el movimiento. Practicándolo, y avanzando más en su investigación, se da cuenta que realizar Irimi requiere integrar otros conceptos, como la distancia y el tiempo que conduce al encuentro “ma-ai” y “de-ai” a fin de entrar en el momento justo, es decir, en el momento que el adversario comienza a desarrollar su ataque. De golpe, Irimi se transforma en un movimiento que entra para anular el ataque y hacer abortar desde el comienzo la intención del adversario. Esta no es entonces una técnica de ataque agresivo, sino una técnica positiva (en todos los sentidos del término) que trae la paz sin violencia.
En Irimi el concepto de línea recta es fundamental. Los principiantes son reacios a respetar esta línea recta, ya que es paradójica con su propia seguridad. En efecto, el hecho de avanzar recto es el mejor recurso de tomar el ataque de Uke. Pero es necesario pasar por allí por varias razones. En primer lugar para respetar la consigna. Y en segundo lugar para descubrir potencialmente el peligro que nos acecha, ser golpeados. Se desarrolla entonces una clase de sentimiento fatalista (me pueden golpear, pero debo ir derecho, abandonarme) que lleva a un sentido de sacrificio. Ese sentido es importante para aprender a olvidarse, dejar de lado los miedos, no pensar en uno mismo y despejar mentalmente sus temores. Entonces, es posible progresar hacia una fase donde Irimi es más libre, más espontáneo y sin pensamientos parásitos. De golpe, Irimi se abre a todos los conceptos que permiten transformar esta técnica de una fase combativa a una que aporta la paz. Irimi y la línea recta son entonces fundamentales para evolucionar en su práctica marcial.
El concepto de Irimi implica aún otro concepto, el de la perturbación por la acción. Si se entra Irimi-atemi, queda claro que se lo perturba al otro poniéndolo brutalmente fuera de combate. Si se entra Irimi con la buena sincronización, se aporta la paz, perturbando a Uke pero sin hacerle daño, lo que es mejor para él y más complejo de realizar por Nague. En los dos casos, se puede claramente decir que el movimiento de Irimi es yang, en el sentido que se proyecta la energía hacia el otro.
Traspasemos ahora Irimi en la vida diaria. Ud. ve a dos niños golpear a un animal con un palo. Esta situación es cruel e interviene físicamente para sacarle el palo de las manos de los niños, interponiéndose para proteger al animal (aún a riesgo de ser golpeado), y habla con los niños. Es una manera de hacer Irimi-atemi. Pero si Ud. se anticipa a los niños, los intercepta calmada pero firmemente antes de que comentan el daño y razona con ellos, está haciendo Irimi, que trae la paz cancelando el movimiento antes de la llegada de la violencia.
La noción de Tenkan¿Cómo entender entonces Tenkan? El primer caracter de la palabra lleva al concepto de volver, mientras que el segundo indica el hecho de invertir, de sustituir. Tenkan, según los contextos y fuera del Aïkido, se traduce en conversión, cambio, invertir para pasar de una situación a otra, o también eludir/esquivar. Se examina anular lo que molesta y sustituirlo por cualquier otra cosa. Se utiliza también la expresión “cambiarse las ideas” (kibun-tenkan) o “cambiar de conversación”, etc. Tenkan también se utiliza en expresiones como “momento bisagra”, “el punto donde las cosas oscilan”, “una situación que se invierte”. Todo eso nos ilustra sobre la idea que lleva la palabra sobre esta técnica.
Tenkan se muestra generalmente como un esquive. Los principiantes interpretan físicamente esta técnica como una fuga y se los ve salir demasiado sobre el lado, poniéndose al mismo tiempo en peligro a causa de un mal manejo de la distancia. Una distancia demasiado grande permite a Uke contraatacar a Nague, entonces una distancia más corta hace más difícil (pero no imposible) un ataque eficaz. Tenkan es un esquive. Eso significa que es una elección consciente y trabajada y no una entrega inconsciente al otro para la fuga. Eso ya hace toda la diferencia. Asimismo, un Tenkan realizado demasiado rápido no permite esquivar el ataque, pues basta para el atacante reorientar su acción hacia la nueva posición del nague. Tenkan es entonces un trabajo que lleva nuevamente sobre “ma-ai y de-ai”. La explicación clásica, que consiste en decir que Tenkan se realiza cuando se llega tarde con relación al ataque de Uke es verdad en la medida que se es desbordado efectivamente por el otro, o donde no se dirige la situación. Esa es la peor condición para hacer Tenkan, ya que sólo retrasa los problemas un segundo. En cambio, un Tenkan donde se controlan todos los conceptos citados anteriormente, equivale a desplazarse tranquilamente, con exactitud y lucidez. Eso se traduce para el atacante como la sensación de pasar a través de la imagen del otro, sin tocarlo.
En Tenkan, el concepto de control del cuerpo es aún más importante que en Irimi. En Irimi se entra recto, eso no requiere de muchas neuronas y de impulsos nerviosos para llegar. Tenkan, se esquiva no sólo con un desplazamiento de pies, sino también y sobre todo de caderas, de tronco, de hombros, teniendo al mismo tiempo cuidado con la cabeza. Además, es necesario poder realizar este movimiento sin alejarse de Uke si no, no se realiza la unión (Ai) con él para realizar una técnica armoniosa.
Combativamente hablado, el movimiento de Tenkan juega sobre un efecto de espiral hacia el interior, un desplazamiento sobre sí mismo. Se puede entonces claramente hablar de movimiento yin, ya que el sentido hacia donde trae la energía es hacia uno.
Si Irimi perturba a Uke, Tenkan no lo hace por dejar pasar el movimiento. Eso no significa que Tenkan sea el único capaz de aportar armonía. Es una armonía yin, mientras que Irimi propone una armonía yang.
En la vida diaria, se puede trasladar a Tenkan según estos dos ejemplos. En una fila para sacar un boleto de tren, una persona le empuja para avanzar más rápidamente, entonces Ud., en el momento en que se produce uno de estos empujones, realiza un giro para evitar un atropello demasiado fuerte. Hizo a un Tenkan pasivo, que es repentino. En cambio, ve a una persona apurada para tomar su tren y Ud. se anticipa a su necesidad de ir rápidamente, corriéndose para dejarlo pasar. Él se anticipó con reconocimiento y Usted no sufrió la situación. Esto es el Tenkan controlado.
Irimi y Tenkan
Se puede decir entonces que en cierto nivel de maestría que controla los movimientos Irimi y Tenkan, la explicación lineal que estipula que si se anticipa al otro se puede colocar un Irimi o si se demora es necesario hacer a Tenkan, no tiene sentido.
El principio fundador del Aïkido se expresa en su nombre (Ai Ki Do). Falta encontrar el medio de unir y en consecuencia de armonizar. Si se piensa que la armonía viene del equilibrio entre el Yin y el Yang, entonces muy naturalmente el concepto de Irimi-Tenkan toma todo su sentido. Desde este punto de vista se comprende mejor por qué Irimi-Tenkan se asume como uno de los pilares del Aïkido. Irimi representa la base histórica del combate, que se puede resumir por “meterse en la boca del lobo ”. Es la base incluso de las artes marciales. Estas artes evolucionaron en vías del desarrollo interior, uno de cuyos símbolos es Tenkan, que se puede resumir por “después Usted, le ruego”.
Técnicamente, Irimi-Tenkan se traduce en una proyección (Yang) hacia Uke, luego un desplazamiento de esquive (Yin) que implica o absorbe a Uke. A menudo la técnica no se interrumpe ahí (podría, como podría detenerse sin importar cual sería su estado), pero vuelve a salir hacia un movimiento yang que proyecta a Uke o que lo desestabiliza, para volver a salir sobre un movimiento yin que lo controla con una llave o un control contra si mismo.
Irimi-Tenkan representa pues el principio y el final de la técnica, pero cada uno de ellos puede también ser el principio o el final. No hay un papel claramente definido, ya que es el movimiento de uno y del otro que le aportan vida a la técnica. Se puede pasar así del Yin al Yang y el Yang al Yin dentro de Irimi y dentro de Tenkan. Es dentro del trabajo de ellas que se puede entonces percibir el equilibrio con el adversario, tanto la armonización con el exterior (hacia el otro) y con el interior (en si mismo).